sábado, 10 de diciembre de 2011

Yo no te estoy imaginando, realmente existes.

Tienes miedo de desaparecer y que nadie se dé cuenta, que nadie sepa que habías estado allí antes. Esfumarte con un chasqueo de dedos e irte como si de humo se tratara al lugar más lejano en el que alguna vez has estado. Alejarte de ellos, de los que te hacen daño, y empezar de nuevo. Comenzar acompañada únicamente de esas dos manos que te abrazan por las noches y te ayudan a levantarte cada vez que te derrumbas. Ésas que te curan las heridas y te dan calor en los inviernos más fríos. Y también amor, mucho amor. Soy capaz de vivir porque esas manos existen, no son imaginaciones mías. Puedo vivir porque tú estás ahí.


Déjame tocarte. Permíteme sentirte.

4 comentarios:

  1. En realidad es imposible disfrutar del dolor, mis actualizaciones siempre son palabras disfrazadas.
    Y respecto al apoyo... yo ya entendí que el verdadero apoyo está en uno mismo..

    ResponderEliminar