Tienes miedo de desaparecer y que nadie se dé cuenta, que nadie sepa que habías estado allí antes. Esfumarte con un chasqueo de dedos e irte como si de humo se tratara al lugar más lejano en el que alguna vez has estado. Alejarte de ellos, de los que te hacen daño, y empezar de nuevo. Comenzar acompañada únicamente de esas dos manos que te abrazan por las noches y te ayudan a levantarte cada vez que te derrumbas. Ésas que te curan las heridas y te dan calor en los inviernos más fríos. Y también amor, mucho amor. Soy capaz de vivir porque esas manos existen, no son imaginaciones mías. Puedo vivir porque tú estás ahí.
Que bonito
ResponderEliminarEres estupendísima! Me derrito!
ResponderEliminarEn realidad es imposible disfrutar del dolor, mis actualizaciones siempre son palabras disfrazadas.
ResponderEliminarY respecto al apoyo... yo ya entendí que el verdadero apoyo está en uno mismo..
Le echo de menos.
ResponderEliminar