Hubo un tiempo en que yo quería ser la mejor.
Ni el viento ni las cascadas podían detenerme.
Pero entonces llegó el ataque de la inundación.
Las estrellas, por la noche, te convierten en polvo.
Mirando al horizonte, te das cuenta de que anhelas saltar por la ventana, volar libre, lograr tus sueños, pero hay un problema, algo te ata, algo te mantiene junto a la pata de la cama y te impide moverte. Quieres irte, pero a la vez tienes miedo a lo desconocido. Sabes que ahí fuera hay multitud de peligros que están esperando tu llegada al mundo real para destruirte.
Tranquila, debes calmarte para poder pensar fríamente.
Es tu propia decisión, es tu propia vida, no te dejes llevar por lo que digan los demás.
Sólo siéntate, mira por la ventana y piensa cómo sería el mundo si fueras libre. Piensa que quizás merece la pena correr tantos peligros.
Arriésgate por una vez.