sábado, 24 de septiembre de 2011

Locuras y corduras.


Esquizotípica, estresada y a veces miedosa. Así soy yo, y no me cuesta nada admitirlo. Necesito mi espacio para no enloquecer, necesito esa sensación de soledad para poder ser yo sin ataduras, sin cadenas, sin límites. Para no enloquecer. De ahí que cuando no la tengo, o cuando vivo demasiado deprisa sin tener tiempo para pensar, pierda puntos de cordura y sienta que no tengo el control. Todo se me desvanece en las manos y mis decisiones pierden fuerza, es como si mi realidad fuera producto del más azaroso azar.


No sé si soy una persona fácil o difícil, no soy nadie para juzgarme, es algo que dejo en manos de los que me rodean. Lo que sí que puedo afirmar es que soy rara, excéntrica, particular, y eso me dificulta poder encontrar a personas con las que compenetrar, con las que tener una conversación interesante y que me permita evolucionar. Eso es algo que me preocupaba bastante hace unos años, cuando era una niña, pero ahora me he sabido aceptar, y sé que la normalidad es muy relativa, y no hace falta atenerse a ella para lograr la felicidad. Más bien todo lo contrario, diría yo.

sábado, 17 de septiembre de 2011

Regreso a este pequeño rincón.


Septiembre.
El mes de los regresos y los comienzos.
También el de los finales.
Para mí es sin duda el mes más melancólico del año. Y también es el más decisivo, en el que dejas todo preparado para los doce meses siguientes.
Representa el futuro, y justo es por eso que me da tanto miedo.