sábado, 14 de enero de 2012

Nos movíamos a base de latidos.


Ese haz de luz se halla ocupado,
está cubriendo las impurezas de la noche de ayer.
Nuestros estragos, nuestras palabras,
sobre todo aquellas que no debimos decir.
También tapa esos incómodos silencios,
ésos que hacen que nuestra alma no vuele libre,
sino que continúe encerrada en una vieja buhardilla
por no atreverse a hacer la mudanza;
por el miedo a perder recuerdos por el trayecto.

Tus miedos quedaron al descubierto,
así como mis heridas.
Nos fundimos en un abrazo
derrumbándonos uno encima del otro.
Éramos tan tímidamente débiles
que nuestras piernas habían dejado de funcionar.
Nos movíamos a base de latidos.

Luego vimos amanecer desde lo más alto de una montaña.
Aquella que no recuerdas haber visto en tu vida
pero que es la encargada de dirigir tus sueños
y de hacerlos realidad muy de vez en cuando.
Aquella donde renacimos,
tiritando de frío y con las manos entrelazadas.
Aquella donde dijiste todo lo que la noche no te había dejado,
purificándote y convirtiéndote en quién eres ahora.
Aquella donde dijiste esas palabras por primera vez.
Sintiéndome.

Sintiéndonos…
... al mismo tiempo.

7 comentarios:

  1. Muy buen poema,me gusta este lugar que recien conozco...
    estare visitandote.

    Besos

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  2. "Éramos tan tímidamente débiles
    que nuestras piernas habían dejado de
    funcionar.
    Nos movíamos a base de latidos..."

    Muy bueno.

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  3. Un derrumbe absolutamente hermoso.

    Besos.

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  4. El amor siempre, siempre es así.

    Te dejo besos. Siempre.

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  5. Sentir es lo mejor del mundo!!!!!!
    Q viva el amor!
    Besos

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  6. Hermosas letras combinas con la imagen llena de color.
    que tengas una feliz semana.
    un abrazo.

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