domingo, 17 de abril de 2011

No tengo palabras. 730.


Oscuridad y claridad. Fortaleza y fragilidad. Lágrimas y sonrisas. Elevarse y caer. Caer y después elevarse. Mirarse y cerrar los ojos. Cerrar los ojos y mirarte cuando menos te lo esperas.

Compatibilidad extrema, elevada, sin límite alguno.

Es saber que siempre estás ahí, que puedo compartir todo contigo, que antes me habré estrellado muchas veces, pero que estando contigo eso no va a pasar, pues tú pondrás un colchón hecho de las mejores plumas para evitar mi sufrimiento. Tú me darás todas las fuerzas que necesite.

Espirales de múltiples colores lograron juntarnos. Quizás casualidad o quizás predestinación, la verdad es que soy incapaz de decantarme por una de ellas, aunque me gusta creer que mi vida está llena de casualidades incontrolables y que ésta fue y será la mejor de mi vida.


Este segundo año ha tenido de todo: felicidad inicial, dudas ante una difícil situación, decidir cargar con todo el peso de nuestras vidas estando muy lejos, volver y comenzar a vivir todo lo que no nos habían dejado antes. Despertar al ritmo de tu respiración. Buscar en la profundidad de tus ojos absolutamente cualquier cosa, pues estará allí. Reírnos de las mismas cosas en el mismo instante. Que me hagas unos macarrones, que me cuides cuando estoy triste, que me traigas un colacao a la cama, que me quieras, que me ames. Que te quiera, que te ame.


Eres unas palomitas saladas. Eres un croissant con mermelada de melocotón. Eres la fresa principal de una tarta. Eres un conito de incienso. Eres la nuez que logré abrir sin romperla en pedacitos. Eres el pez que nunca fue pescado, que siempre fue libre. Eres la miel que se comen las abejas obreras.
Eres mi casualidad favorita.

Eres el primer amanecer en el solsticio de invierno del Círculo Polar Ártico. Eres la primera sonrisa de todos aquellos que estuvieron deprimidos alguna vez. Eres paz, calma, despreocupación, amor, libertad, cariño, sonrisas, un abrazo muy fuerte. Eres sinceridad, independencia, colores, confianza, esperanza, y ante todo eres FELICIDAD.

Gracias Miguel. Muchísimas gracias. Ya sé que te las he dado muchas veces, pero comprende que esta relación me ha elevado hasta un punto que se halla fuera de mi comprensión, supera mis expectativas amorosas con creces y me sigue dejando descolocada muy a menudo.

Han sido los mejores 730 días de mi vida, y sé que sólo son los primeros de todos los que nos quedan por compartir. Multiplicaremos 730 montones de veces, al igual que multiplicaremos nuestros recuerdos, nuestros besos y nuestras miradas.

Te quiero.



Sin ti las emociones de hoy no serían más que la piel muerta de las de ayer.

3 comentarios:

  1. Aiiis qué boniiiitooo ^^ Seguro que él también te da a ti las gracias, y sobretodo después de leer estas palabras tan tiernas! :D

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  2. Amor... ;)

    Quería aprovechar para agradecerte tu recomendación por Baraka. Gustosamnte visto ya. Gracias por ello! un abrazo

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