(Collage de Katrien de Blauwer)
[...] voces también bajo la forma de la herida, bajo figura de palomas en un charco de sangre.
Juan Carlos Mestre
Salpica el pez al sumergirse antes de cantar bajo el agua
el corazón antes de saltar a la mano
la voz de la ira corre bajo la sombra.
Queda a años luz la guarida salvaje
la angustia subterránea
de antes de conocerte.
Sueño cuchillos enfermos en el pelo
lobos grises
otoños cubriéndome las rodillas entre espasmos.
No hay lentitud que me baste.
Mi morada son las voces-raíces
un esqueleto sin principio
con una infancia en las costillas.
(poema incluido en la plaquette de la librería La Plaquette: '#2 Espacíos Vacíos')
Precioso, señorita, precioso...
ResponderEliminarFenomenal
ResponderEliminarInfancia en las costillas, desata el hilo que te las envuelve. Sabes que yo siempre estaré aquí para ello.
ResponderEliminarY si no fuimos lo suficientemente lento, ahora estamos avanzando demasiado sin saber a dónde. Abogo por esa lentitud.
Hermoso...hay algunos versos que no se leen, sino que revolotean...Abrazo!
ResponderEliminarBella incógnita poética.
ResponderEliminarBello como siempre Esther.
Un poema engañoso y me explico, después de dos primeros versos saltarines todo vira hacia la carencia, hacia lo sibilino y oculto. Aunque la luz y la esperanza quieren quedarse en la primera estrofa a mi se me hace demasiado amenazante esa "ira corre bajo la sombra", que a mí me da mucho miedo de que pueda revelarse de un momento a otro.
ResponderEliminarY llegamos a la segunda estrofa que a mí me produce una sensación de frío y carencia, de ausencia. Cómo si la actitud juguetona del pez del primer verso hubiera desaparecido.
Me gustan las imágenes trabajadas. Es obvio que esta es sólo una interpretación personal y subjetiva. Saludos.
Me siento cercano a ti.
ResponderEliminarPor esos sueños tan familiares.
Besos.
Soberbia, doña...
ResponderEliminarBelleza poética absoluta y un collage maravilloso
ResponderEliminarHágase el otoño y estallen todos los esqueletos y vuelva Flaubert de entre los muertos.
ResponderEliminarNo lo sé, mejor que la infancia quede a la espalda, Un beso.
ResponderEliminarlirísmo puro éste poema, esther.
ResponderEliminaruna delicadeza tan preciosa...
un beso grande
UNA INTERIORIDAD CLARA.
ResponderEliminarUN ABRAZO
Oh, cuánta belleza.
ResponderEliminarMe encanta las figuras oscuras que utilizas, te invito a leer mi blog y espero tus comentarios buscandolaspalabrasenuntintero.blogspot.mx
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