viernes, 30 de mayo de 2014

La muerte herida.

(Collage de Jindřich Štyrský, Untitled From Stěhovaci Kabinet, 1934)

La herida y la muerte se anudan brevemente.
Amatistas crecen desde dentro de las pestañas,
un fragmento de cielo entristecido
teme haberte oído cantar por última vez.
Un silencio fantasmal se abre
como un abismo espeso,
susurros,
páramos del sueño.

***

Experta en disfrazar el temblor,
en adormecer desiertos rojos bajo las uñas
retornas a la hora del lobo:
un temor de infancia
deviene en un recuerdo compartido
una huella perdida
un quiebro que encuentra
su escondite en la línea de vértebras
de las que brota una emoción verdadera.


(El verso en cursiva pertenece al poemario 'Ararat' de Louise Glück)

12 comentarios:

  1. Cuantos lobos nos persiguen por dentro...

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  2. Crecés crecés crecés, tus ramas se extienden luminosas... Un abrazo.

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  3. tiene razón Darío, estás creciendo, linda, tus poemas están creciendo, y qué bonito es estar aquí, a este lado, y darse cuenta. sonrío... :)
    besazo!

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  4. La cuestión es el retorno... Genial! ;)

    Besos!

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  5. la línea de vertebras de donde surge la emoción verdadera...

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  6. Palabras que son una gran herida, sangrienta..

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  7. El miedo tiene cierta belleza, como tus textos, siempre bellos e intensos. Enganchan como una droga.
    Besos

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  8. Se disfraza el temblor, pero tiembla.
    Me regalaste un escalofrío...
    Impresionante.

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  9. La herida y la muerte van de la mano.
    Y los lobos, acompañan.

    Siempre es un placer leerte.

    Besos!!!

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  10. Gran Misterio, Un beso.
    Enhorabuena por tus versos,

    Feliz semana.

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  11. de esa experiencia en adormecer desiertos rojos bajo las uñas nacen poemas como éste. Por mí que sigan ardiendo las arenas.

    Un abrazo

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