jueves, 24 de noviembre de 2011

Reflexiones nebulosas.


Me gusta la sensación de no poder ver todo, de saber y sentir que hay algo que queda oculto al ojo humano. Días de niebla como el de hoy me inspiran, me reconfortan y me proporcionan esa sensación de ocultismo que tanto me gusta, que tanto me atrae.

Se me viene a la cabeza el concepto de desorientación temporo-espacial, de no saber dónde y cuándo estás, el desconocer completamente tu situación, pero que eso no te influya para nada, pues quieres continuar y arriesgarte cueste lo que cueste. Para mí es una metáfora de la vida humana, una metáfora de la cantidad de aspectos que desconocemos y aun así no nos importa, pues para nosotros la sorpresa y la incertidumbre son fieles y agradables compañeras de viaje.

Y ahora mientras miro por la ventana, y un alma continúa durmiendo en mi cama, puedo afirmar que me encuentro en paz conmigo misma, que aunque no sepa exactamente en qué momento de mi existencia me hallo, me gusta el ambiente y las sensaciones, así que por una vez pararé de complicarme y me dejaré llevar. Al menos mientras siga la niebla ahí fuera.

1 comentario:

  1. Despertar y preguntarme ¿Qué soy? ¿Quién soy? ¿Dónde estoy? Sentir tu presencia en la oscuridad y hallar juntas todas las respuestas.

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