viernes, 24 de junio de 2011

Dificultades a la hora de lograr la plenitud.


A veces absorbo toda la felicidad y la paz exterior, y me quedo llena, absolutamente completa de todas las cosas buenas que necesito para lograr la plenitud. Mi plenitud.

Otras, en cambio, me veo invadida por fuerzas malignas que me alejan de mí misma. Intentan cambiar mi personalidad y mis cursos de pensamiento, empleando tácticas no muy éticas que digamos. Es complicado huir de ellas, pues son extremadamente tentadoras con sus recompensas imposibles e increíbles, que al final nunca llegan. Me veo arrastrada a sus fauces y me ausento del mundo. Me ganan muy a menudo, impidiéndome continuar, haciéndome frenar en seco.
¡Fuera de aquí! ¡Nadie os ha invitado!


Debo aprender a resistir la tentaciones que me proponen, por muy apetecibles que parezcan a simple vista, si lo que quiero es salir de este círculo vicioso en el que me han metido últimamente. Bueno, en el que me he metido yo sola, más bien.

2 comentarios:

  1. nunca en mi vida he logrado la plenitud :'(

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  2. Esos malos pensamientos que nos acechan desde las sombras y consiguen arrastrarnos a la más absoluta oscuridad... Y eso que sabemos que son malos, pero parece que no podemos evitarlos, o que incluso, incomprensiblemente, nos gustan. Que nos gusta estar tristes, o apagadas... Lo difícil es saber decirles que no y cambiar el chip, pero no es imposible ;)

    Un besito

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