Lo inestable crece y se ramifica sin necesitad de fertilizantes.
Mientras, lo estable se oculta en calzoncillos: los eczemas fecundan su piel de porcelana y no quiere ni soñar con la posibilidad de que alguien le sorprenda por detrás y le secuestre sin oportunidad para el rescate. En su espalda late el siguiente mensaje: "Introdúcete en la fosa de las Marianas si quieres poseerme, y fóllame sin caricias ni roces linguales, con la respiración bajo cero. Sólo así te convertiré en mi amante".
Mientras, lo estable se oculta en calzoncillos: los eczemas fecundan su piel de porcelana y no quiere ni soñar con la posibilidad de que alguien le sorprenda por detrás y le secuestre sin oportunidad para el rescate. En su espalda late el siguiente mensaje: "Introdúcete en la fosa de las Marianas si quieres poseerme, y fóllame sin caricias ni roces linguales, con la respiración bajo cero. Sólo así te convertiré en mi amante".
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Cada ciclo nace y muere en la misma guillotina. Es la gélida fiebre la que maneja las sinuosidades que deforman los instantes entre dos puertos: el de la constancia y el de la volubilidad. Ella es la culpable del oleaje, de las pleamares y de los monstruos marinos. Es quien borra las coordenadas y te induce al naufragio oceánico. A ahogarte antes de que se te vacíe el aire. A la paranoia del pulmón encharcado, de la costilla sobrante, del oxígeno adulterado. Al limbo entre dos exhalaciones. A desangrarte en la ambigüedad sin hallar el hilo que cure la sangre. Que sane la herida. Que mate al extraño visitante.
Que nos desate.
La inestabilidad es fundamental para llegar a lo estable. Sólo en medio del caos y de la lucura uno puede conseguir el equilibrio.
ResponderEliminarElla es la culpable del oleaje, de las pleamares y de los monstruos marinos. Es quien borra las coordenadas y te induce al naufragio oceánico.
ResponderEliminarJusto por eso la adoro.
Pues sí, apúntate Beginners, que está bien y pasas un buen rato. Además si te gustan los actores... ya estás tardando en ponerte a verla!!!
ResponderEliminarSaludos.
Estuve anoche en la fosa de las Malvinas y no me folló nadie, ni siquiera había monstruos marinos.
ResponderEliminarEl resto, si.
Desestabilizar y estabilizar... un día y otro, y la noche que ama a quien lo sabe.
Besos
Tal vez no miraste bien, Verónica. Siempre hay monstruos marinos.
EliminarPues a mí me convences. No sé si con rumbo a toda vela o culenado a sotavento, o tal vez no sea en el mar sino en el aire: cualquier medio es bueno para llegar a las maldivas.
ResponderEliminarUn saludo.
Corrijo un fallo mío. Puse fosa de las Malvinas en vez de fosa de las Marianas. La primera no es tan siquiera una fosa, sino que es un conjunto de islas. Y la segunda es la fosa marina más profunda del mundo, a la que quería referirme en un principio. Mil perdones.
ResponderEliminarLo del "naufragio oceánico" suena a una fragilidad inquietante. En fin, que nos envuelva el sexo y la pasión hasta el delirio. Besos oceánicos!
ResponderEliminarQué maravilla, Esther. Es de esos que me apetece leer despacito más veces.
ResponderEliminarUn beso.
Marchándome hacia las nubes: "los instantes entre dos puertos: el de la constancia y el de la volubilidad. Ella es la culpable del oleaje, de las pleamares y de los monstruos marinos". Además de ser potente y hermoso, el texto se va hacia lo esencial. Lo que siempre olvido.
ResponderEliminarLevedad y gravedad. Por ahí andamos.
Salduos.
Intensa más que intensa! Mola.
ResponderEliminarbeso
Buena corrección.
ResponderEliminarEn las Malvinas hay otro tipo de fosas.
Más recientes y más dolorosas.
Besos.
"Introdúcete en la fosa de las Marianas si quieres poseerme, y fóllame sin caricias ni roces linguales, con la respiración bajo cero. Sólo así te convertiré en mi amante".
ResponderEliminarA esto yo le llamo escribir.
Lo voluble es el reflejo falso de la estabilidad, que finge en su viaje (frío de caricias) la constancia voluptuosa de la inestabilidad, que diría mi hermano un Domingo de resaca...yo prefiero que me follen en la fosa de las Marianas o en la cima del Everest.
ResponderEliminarbsos
Es notorio, pero lo único que permanece es lo que no permanece...
ResponderEliminar¡Qué frío!
ResponderEliminarY a mi que me encanta la inestabilidad...;)
ResponderEliminarBesos!
Me duelen estos tremendos versos por su veracidad!!
ResponderEliminarBesos y se feliz!
Lo inestable se puede llegar a hacer estable.
ResponderEliminarUn beso.
que la tierra es plana e inestable para mi encierra pocas dudas.
ResponderEliminarverlo todo desde el mar, Sarco dijo que éramos Plancton y yo le creo.
Un beso.
Son instantes.
ResponderEliminarEl presente se ha futurizado demasiado y yo también veo amaneceres nocturnos mientras a lo lejos una casa arde en su propio daño.
Besos.
entre la constancia y la volubilidad hay un oceáno donde muchos se han ahogado. Es un tema capital en las relaciones humanas que has sabido ver muy bien
ResponderEliminarp.d: a mis poemas no les hagas mucho caso. Son vomitos líricos después de una noche de resaca de garrafón
besos
Imagino el limbo entre dos exhalaciones, esa espera haciendo fuego en los pulmones.
ResponderEliminarUn abrazo.
En primer lugar decirte que no tienes que despedirte, solo se va un personaje y por un tiempo.
ResponderEliminarEntre la constancia y la volubilidad, entre lo posible y lo soñado, entre el amor y la pesudodependencia hostal, me he ahogado tantas veces, que ya no se si algón día me saldrán branqueas por volver a creer una vez más... aunque posiblemente sea la única vida digna de vivir.