Hormonalmente indispuesto,
insurrecto hijo predilecto
de la embargada creatividad
inmersa en el ascensor petrificado,
donde viaja una familia ya deshumanizada,
tras diez días de encierro
en ese infernal cubículo;
enrarecidos hasta la médula
y mutilados de realidades pactadas.
No hay convenciones sociales,
ni ninguna de esas moralidades pre-creadas
y sutilmente interiorizadas.
Así que una vez derrotada la inicial formalidad,
y esfumada la fugacidad del reencuentro entre los miembros,
lo que prevalecen son las armas improvisadas,
la selección natural
y el disponer un elevado autoconcepto,
extinto de miedo
y ebrio de violencia sobre-estimulada.
insurrecto hijo predilecto
de la embargada creatividad
inmersa en el ascensor petrificado,
donde viaja una familia ya deshumanizada,
tras diez días de encierro
en ese infernal cubículo;
enrarecidos hasta la médula
y mutilados de realidades pactadas.
No hay convenciones sociales,
ni ninguna de esas moralidades pre-creadas
y sutilmente interiorizadas.
Así que una vez derrotada la inicial formalidad,
y esfumada la fugacidad del reencuentro entre los miembros,
lo que prevalecen son las armas improvisadas,
la selección natural
y el disponer un elevado autoconcepto,
extinto de miedo
y ebrio de violencia sobre-estimulada.
[Todo esto, fonéticamente hablando, dado que ascensor equivale a monstruo interior en algún idioma de las Antípodas, lugar de inicio de esta historia, o de cualquier otra tejida por palabras sin complejos].
Monstruos por todas partes.
ResponderEliminarEso si, bien disimulados.
Pero cuando salta la chispa seríamos capaces de devorarnos.
Una urna, Lady, una urna repleta de accidentes.
ResponderEliminarBs.
Tal cual, Amanecer Nocturno.
ResponderEliminarPor eso me hice suicida social hace algunos años.
Besos
A ver: este poema es monumental. Es de lo mejor que he leído últimamente. Vos sabés, todos dicen lo mismo, pero como dice Temudgin: "yo, no". Este poema es monumental y se destaca, porque el encierro en un ascensor es cosa cotidiana, pero hacer una película de ese encierro es cosa divina. Hiciste un mundo.
ResponderEliminarEl yo más primitivo danzando por los alrededores de nuestra conciencia.
ResponderEliminarla guerra cotidiana expresada bellamente.
ResponderEliminarme encantan tus palabras sin complejos.
besos*
"insurrecto hijo predilecto
ResponderEliminarde la embargada creatividad" Brutal!!! Mucha angustia huelo en la poesía. Por cierto yo también "paso" de los convencionalismos sociales, me parecen patéticos :S ¡besos hermoso amanecer nocturno!
donde viaja una familia ya deshumanizada. Besos
ResponderEliminarYo quiero que escribas esa historia!!Que la desarrolles con esa cabecita que tienes y me pongas cara a cara con mis miedos. Muy bueno!! Besos y que tengas una linda semana...
ResponderEliminarNos perdemos en nosotros mismos y a veces nos animalizamos un poco...
ResponderEliminarmenuda pasada de entrada, desbordas mucha fuerza! :)
ResponderEliminarPor algo será que les tengo fobia y uso sólo las escaleras (aunque tenga que subir 10 pisos)
ResponderEliminarUn beso o 2 *
Son cajas asfixiantes.
ResponderEliminarMuy bien dicho.
Besos.
Morder una lengua extinta. Oh, sí. Arden mis ascensores.
ResponderEliminarDefinitivamente me gusta mucho leerte de noche, casi de madrugada, arropado entre nicotina y penumbra, es una pasada.
ResponderEliminarUn abrazo.
Me evoca la película La cabina de Mercero y Garci, pero sin ventanas y con la deshumanización de las bestias dentro, codo con codo.
ResponderEliminarBesos