(Fotografías de Grzegorz Kowalski : Maison de Poupée)
Necesitaba madurez,
dolor de entrañas,
pus en las heridas.
Necesitaba destruirme
para ser yo
y beber aire de las piedras
para no echar de menos,
para no desgranarme.
Necesitaba dos años sin espasmos,
creencias póstumas
-familiares de alguna sustancia-
y bibliotecas teniendo hijos,
pariendo durante nieblas interminables.
Ya expiró.
Era lacra vieja.
Lacra seca.
Lacra malsana.
Eran vicios en el aire, vicios en las amenazas, vicios en el "yo" como sorbiendo al superhombre tras la eclosión del huevo, tras la última gota que deja entrever la membrana de la médula, de las costillas, de la carne rasgada sobre la carne, de los idiomas de los muertos que fuimos -fui- y a los que conseguimos acribillar a escupitajos.
Magnífico! Tú te destruyes, te aniquilas, y resurges en la palabra. Y es ahí donde caben esos maniqueismos, y los atentados. Y después una se siente más a gusto en la propia desnudez, y ya no teme la piel del aire...Qué bueno que andes por aquí, aunque sea de vez en cuando. Se te extraña! Bicos, y que todo ande bien!!
ResponderEliminarTambién uno puede despojarse de su piel y arrancarse los callos, esa lacra. También uno puede remontar hasta el orígen, que implica la renuncia a ciertas "comodidades". Fatal. Un abrazo.
ResponderEliminarEstás en plena forma eh?
ResponderEliminarLas lacras se reencarnan sin parar.
Ya lo verás.
Besos.
Como el ave fenix pero más poético, todos necesitamos tiempo para al final darnos cuenta de que ya no necesitamos ciertas pieles y mascaras.
ResponderEliminarUn abrazo.
Destruirse, aniquilarse, para resurgir conenergia vital. Muy bueno!!!
ResponderEliminarun abraXo
Todo tiene que romperse alguna vez.
ResponderEliminarA partir de ahora repararé en tus etiquetas. Me han conquistado.
ResponderEliminarBesos!
Parí tormentas, parí tragedias, soy un hombre, menstrúo apocalipsis, te leo, maldición, te leo.
ResponderEliminarHoy te encuentro más bárbara que nunca! Me encanta!!! ;)
ResponderEliminarUn besazo!
Amanecer, muchas veces hay que destruirse para poder ser.
ResponderEliminarEn cuanto a las lacras, son interminables.
Besos
Necesitas respirar para no asfixiarte... me recuerda a la canción esta de vetusta morla... y al respirar... besos guapa, ya resurgiremos como el fénix ;)
ResponderEliminarSiempre sucede y te vuelves a destruir y volverás a renacer, siempre sucede.
ResponderEliminarSaludos cariñosos.
Hermoso resurgir el suyo. Saludos!
ResponderEliminarYo también soy de la opinión que, en ocasiones, la mejor manera de reparar algo...es empezarlo de nuevo. Ojalá pudiéramos hacer lo mismo con nosotros mismos para así, como bien dices, renacer con más fuerza.
ResponderEliminarToco el violonchelo. Cuando acabo, cada día, una huella de cuerdas se hunde en las yemas de mis dedos y escuece un poco. Suelo soplarme los dedos cuando acabo. A veces me quedo como una tonta mirándome esos dedos, para observar, milímetro a milímetro, cómo la huella se deshace, cómo resurge mi carne, pero cómo, invisible, el surco sigue estando ahí, esperando más, más música, más vida.
ResponderEliminarUn abrazo.
Limpiezas mediante la marginación, qué familiar resulta.
ResponderEliminarEncantada de que estés de nuevo al pie del cañón.
Besos guapa!
Titulo muy apropiado para las fotografías, para tus versos y para una trilogía de moda que estoy leyendo xD
ResponderEliminarA veces las marcas que más duelen son las que no se ven, y esas no paran de crecer hasta que las eliminamos de nuestro alma. Cuesta mucho, pero con el tiempo he aprendido que no dejamos nunca de renacer. Aunque no lo creamos, renacemos a cada segundo.
Ahí está nuestra salvación.
Hay quienes renacemos gracias a la palabra. Sé que tú eres una de ellas.
Mientras tengas tus versos tan magníficos y preciosos siempre, a tu lado. Estarás salvada.
Eres muy grande y fuerte cuando escribes, y escribes porque eres alguien fuerte y grande. Tus letras te delatan. Así que siempre encontrarás el camino para resurgir.
Un abrazo.
Fénix envuelto en hilo de alambre. No (Si, siempre) deberías unir esas fotos a tal poema, aun me atormenta.
ResponderEliminarSAbes? Hay una moda japo extraña que consiste en fotografiar a mujeres desnudas atadas con cuerdas a modo de secuestro...No sé cómo lo llaman.
ResponderEliminarTodo entero es tremendo pero la tercera estrofa es brutal. Y que la última palabra sea escupitajos...pues eso, maja.
Alguna vez he pensado en el concepto propio como un corte de pelo. Hemos ido dejando por el mundo, como mudas, versiones nuestras. Resultaría un desastre presentarle el yo de 24 al típico amor de instituto, por ejemplo. Solemos reiniciar con cierta frecuencia, pero un día te levantas y el pelo te llega por el culo.
¡Besos!
Pues sí, como dicen por ahí arriba, vamos mudando la piel, por suerte. Nuestro yo cambia, evoluciona...Me gusta el tpque que le das, intenso y doloroso, como todo crecimiento.
ResponderEliminarBesos
Y siempre renaces una y otra vez, magnífica he de decir... :)
ResponderEliminarEs que como decía un comentario que me han dejado, hay gente que está acostumbrada a ver series ñoñas, comerciales y tontas que dan por televisión y en cuanto ven algo que se sale de lo normal, se sienten transgresores porque ven "una serie de zombies" y como no tienen con qué compararla les parece una maravilla y es que en realidad nunca han visto nada de zombies y eso les hace sentirse "diferentes". Esa gente nunca verá maravillas como Community, Bored to Death, Misfits o Criando malvas. Lo cual me alegra.
ResponderEliminarSaludetes.
renacerse.
ResponderEliminarel volver a parirse, luego de habernos gestado...
hasta duele como un parto, pero luego...pfff respiramos, no?
un beso
lila
Es genial, reconstruirse desde los despojos que nos hemos quitado. Parece que es como cortarse el pelo para que crezca más fuerte. Te sienta bien, sin duda. Un abrazo.
ResponderEliminarComo siempre, tan inquietante. Como siempre, leo y releo. Es bueno destrozarse para arreglarse de vez en cuando.
ResponderEliminarMe gusta!
ResponderEliminarLa imagen me ha recordado a la fotografía de Helena Almeida. Si no la conoces te recomiendo que le eches un vistazo, es tremenda.
Me ha encantado tu forma de escribir, es tan personal, tan real.
ResponderEliminarTe sigo :)
Si quieres, pásate por mi blog: http://www.convertidaenviento.blogspot.com
Me encanta el fluir de estos versos, y los chasquidos que se oyen de fondo, y el experimentar atemporal que nos colma de experiencias.
ResponderEliminarBesos
Quise dejar mi sensación de agrado al leerte.
ResponderEliminarUn saludo
Es sumamente inmenso. Críticar -positivamente, claro- esto no sería sino enturbiarlo, maldecirlo, desentrañarlo. Y no se puede. Es, simplemente, eso. Eso: inmenso.
ResponderEliminarUn abrazo.
Destruirse para reconvertirse en alguien que quiere seguir un destino, surgiendo como el Ave Fenix en continua regeneración y recomienzo; despojándose de errores alternos y poniéndose la crema de la experiencia en esas llagas para que no vuelvan a exteriorizar jamás.
ResponderEliminarAunque un poco tarde...¡¡¡Gracias!!! Por tu bello comentario en mi Poesía "Lo Eres Todo" dentro del Espacio de Maria (Algo más que Palabras).
Me encanta tu blog y, si me lo permites, me hago fiel seguidor de tan Maravilloso Espacio, lleno de Magia, Sentimientos y Sensaciones.
Un abrazo.
necesitaba dos años sin espasmos
ResponderEliminarUna vez cada tanto uno necesita reconstruirse, destruir cada poro de un pasado que por alguna puta razon se convirtió en una mancha en la alfombra. Destruirse purifica.
ResponderEliminarVeo que hace varios días que no subes algo, pero luego me dije: después de un texto de tal intensidad, yo habría quedado exausto.
ResponderEliminarMuy bueno.
HD
La carne se aprieta ante el esparto de la cuerda que atenaza.
ResponderEliminarSaludos y un abrazo.