(Fotografía de Thomas Rusch)
Psicópatas "primerizos"
se impulsan por la barandilla del paseo marítimo,
están exhaustos de tantas noches en vela
cazando presas por el extrarradio.
En su matutino tic nervioso,
con los ojos como platos
la mandíbula desencajada
y el corazón ausente
-desde siempre inerte-,
sueñan con las rojas venas de su última víctima
y con su mortal alarido,
el grito desahuciado de quien ya no memorizará más imágenes
ni escribirá más palabras,
sólo transitará eternamente por el área de “Muertos por Homicidio”
en la sexta planta del nuevo infierno,
del nuevo orden mundial,
en el que el asesino pernocta en balnearios
y el asesinado debe pagar el precio de su “game over”
sin cuello
o sin manos
o sin orejas
en el ardiente pavimento de un futuro reestructurado para el caos mental
de los nuevos seres sin empatía
y con un lóbulo frontal deteriorado
por la sobredosis de sangre en la que se remojan a diario.
Son unos perros viejos que anhelan su cielo,
pues su tránsito vital ha sido cruel,
extremadamente incómodo,
sucio,
sombrío
y carente del glamour Dexteriano.
Tras su masivo y psicopático suicidio
cambia enfermizamente la tonalidad del mar;
.....
un millón de suicidas más = un millón de psicópatas menos.
se impulsan por la barandilla del paseo marítimo,
están exhaustos de tantas noches en vela
cazando presas por el extrarradio.
En su matutino tic nervioso,
con los ojos como platos
la mandíbula desencajada
y el corazón ausente
-desde siempre inerte-,
sueñan con las rojas venas de su última víctima
y con su mortal alarido,
el grito desahuciado de quien ya no memorizará más imágenes
ni escribirá más palabras,
sólo transitará eternamente por el área de “Muertos por Homicidio”
en la sexta planta del nuevo infierno,
del nuevo orden mundial,
en el que el asesino pernocta en balnearios
y el asesinado debe pagar el precio de su “game over”
sin cuello
o sin manos
o sin orejas
en el ardiente pavimento de un futuro reestructurado para el caos mental
de los nuevos seres sin empatía
y con un lóbulo frontal deteriorado
por la sobredosis de sangre en la que se remojan a diario.
Son unos perros viejos que anhelan su cielo,
pues su tránsito vital ha sido cruel,
extremadamente incómodo,
sucio,
sombrío
y carente del glamour Dexteriano.
Tras su masivo y psicopático suicidio
cambia enfermizamente la tonalidad del mar;
.....
un millón de suicidas más = un millón de psicópatas menos.
Te aplaudo Amanecer.
ResponderEliminarGracias por ponerle nombre. Ahora puedo llamarlo de alguna manera.
Besos y enhorabuena
Joder,espectacular poema.
ResponderEliminarSaludos.
Deberían hacer una atracción parecida en Disneylandia.
ResponderEliminarSería una experiencia inolvidable.
Besos.
Se me olvidaba, la foto de Thomas Rusch es acojonante.
ResponderEliminarSaludos fran...
Una gran sensibilidad de expresión. Pura realidad vista con ojos de Psiquiatra.
ResponderEliminarUn fuerte abrazo Amanecer. ¡Brutal!
Hasta pronto.
El asesinato a mano armada de las conciencias.
ResponderEliminarUn besito :)
Una ecuación ciertamente terrible.
ResponderEliminar"cambia enfermizamente
ResponderEliminarla tonalidad del mar"
besos
Impactante!!! Que imagen!!
ResponderEliminarMe gusta, sobre todo porque pienso que Dante palidecería...
ResponderEliminarY lo "mejor" no ha llegado, y espero que no le dejemos...
ResponderEliminarSaludos
Brutal la imagen, siempre me sorprendes en tus entradas! :)
ResponderEliminarRojo, rojo, rojo, rojo, rojo, arrojo...
ResponderEliminarBesos.
Brutal, de principio a fin, me pregunto si has estado en el paseo marítimo de Barcelona?
ResponderEliminarMuy bueno.
Un beso.
En Barcelona he estado unas cuantas veces, aunque jamás he dormido en ella. Por el paseo sólo una vez y de día, así que puedo decir que he estado pero que no lo conozco en su plenitud. A ver si este verano cuando vaya a Cataluña es posible que lo vea entre estrellas, cervezas y lo que se tercie.
EliminarAvisa si vienes y "fem uns beures" y unas risas.
EliminarConsejo: antes y durante la estancia bebe mucho carajillo -da igual de que- es un buen antídoto contra la burguesía catalana.
Estuve con los marineros ebrios. Y nada fue casualidad.
ResponderEliminarBs.
caos mental, y mejor, menos psicopatas. Me encantan las tormentas de mar pero que nos trage un remolino de agua!! besos bella!
ResponderEliminarEstamos siendo fagocitados por huestes de leucocitos corrompidos que metastizan unos envirados glóbulos rojos, tributarios de transfusiones masivas de adrenalina social y descargas eléctricas, que reviertan sus fibrilados recuerdos de esclavitud bajo la bota de los de siempre, ahora arropados tras democráticas sábanas manchadas con la sangre de los inocentes, de los enfermos, de los viejos,… de todo eso que rechina en sus psicopáticos y purulentos cerebros lobotomizados por el poder.
ResponderEliminarAbrzs
Me quedas sin palabras, la imagen y tus letras me han impactado.
ResponderEliminarUn beso.