Atormentada y tambaleante, sumida hasta la médula en los perfúmenes ajenos sin hallar el que resalta, el que la convierte en toda y en una. El suyo propio.
Balanceándose entre palabras, gestos y desprecios que pasan sin erizarle vello alguno, sin acelerarle el pulso. Convenciones sociales que la des-socializan, que le hacen enfrascarse en sus rituales autoaplicados y menospreciar los comunes. Roces en los que participa para facilitar el tránsito y fingir una humanidad ya perdida, enterrada e irresucitable.
Bañada por las aguas termales del caos existencial, pálida en la parálisis atenazante que perfora sus miembros gracias a la catarsis incipiente de la ira. Sólo anhela que la degustación de Burroughs la saque del defectuoso ensimismamiento y la empuje a adentrarse en las casi irresistibles fauces del abismo
(in)consciente,
(in)saciable,
(in)quebrantable.
(in)quebrantable.
Impresiona leerte. Ya lo creo.
ResponderEliminarBrutal el collage. "rituales autoaplicados" y "caos existencial" que bien me definen esos términos. Te leo y es como ver la otra cara del espejo. Un abrazo intemporal :)
ResponderEliminarQue así sea.
ResponderEliminarQue la saque.
Y pronto.
Besos.
Sos brutal, desnudamente almuerzo.
ResponderEliminarAutómatas.
ResponderEliminar(in)cuestionable! ;)
ResponderEliminarBesos.
tus textos son densos y cautivadores.
ResponderEliminarLa catarsis, qué necesaria.
ResponderEliminarEse collage es todo un mundo de sensaciones.
Besos
Un murmullo de noche se hace grito en la madrugada.
ResponderEliminarBesos.
Nos ensimismamos hasta caer de bruces buscando ese abismo que nunca llega
ResponderEliminarSaludos