jueves, 19 de enero de 2012
Latidos.
Acostumbraba a contar mis latidos por su intensidad. Rápidos, lentos. Apabullantes, imperceptibles.
Los días en los que el corazón me ensordecía, agobiándome con su estridente y acelerado sonido, corría a un sitio donde nunca hubiera estado, excepto en mi imaginación. Corría y corría mientras rebuscaba en mis sueños de forma compulsiva: necesitaba encontrar ese lugar en ninguna parte.
Si tú aparecías, la calma se cernía sobre los dos, formando un cerco imperturbable, único, invencible. Intraspasable. Creando nuestra propia constelación, sin latidos asfixiantes ni paros cardíacos, sólo con el ritmo que acompaña a las mejores canciones.
La búsqueda finalizaba. Lo había encontrado, te había encontrado.
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Me has hecho recordar otros tiempos.
ResponderEliminarGracias.
Besos.
¡Te quiero!
ResponderEliminarPues yo en "esa" compañía, mis latidos seguramente estarían en una arritmia constante, jajaja.
ResponderEliminarSi,conozco esa extraña sensación,es bastante buena,mientras dura,aprovechala..besos de Aliona
ResponderEliminarLo importante a veces no es encontrarlo...sino conservarlo una vez encontrado...
ResponderEliminarAinss (suspiros!)
Besazosssss
Pues a mi me pasa al revés. Cuando lo encuentro una taquicardia desbocada se instala entre mi pecho y espalda! ;)
ResponderEliminarBesos.
Un encuentro bello. Claro que sí.
ResponderEliminarUn beso o 2 #
Pd: Sí, mi familia es húngara. Los apellidos húngaros significan oficios. Kertész (el fotógrafo) significa: quinteros o el cuida la quinta.
Puedes tomar la foto que te plazca. Están para eso: compartir.
Yo también tengo un tumblr. Es de poesía: sincorset.tumblr.com
Más cariños.